Paisaje de la ciudad de Panamá, Casco Viejo, vista al Océano Pacífico. 1875. Eadweard Muybridge. El original está en el Smithsonian American Art Museum. Donación de Mitchell y Nancy Steir. Observe la torre de la catedral donde se encontraron los nidos de abejas, en la esquina superior derecha.
Las abejas y su polen revelan el entorno de la
primera catedral en el continente americano
por Sonia Tejada — STRI
En anticipación de la visita del Papa Francisco a Panamá en el 2018, los trabajadores de restauración de la Catedral de la Basílica de Santa María la Antigua descubrieron unos frágiles racimos de color marrón, que adentro contenían cámaras en miniatura, cubiertas con hoja de oro y pintura sobre las columnas del retablo. Los científicos del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) identificaron los racimos como nidos de abejas de las orquídeas. El polen de los nidos y las fotos de la ciudad del siglo XIX del Museo Smithsonian de Arte Americano ofrecen vistas complementarias de la encrucijada del continente justo después de la fiebre del oro de California y antes de la construcción del Canal de Panamá.
La Catedral es la primera en el continente americano, al menos según una bula papal. En 1513, el papa Adrián VI decretó la primera diócesis católica en el continente americano en Santa María de la Antigua, en la costa caribeña de Colombia. La misma bula autorizó la primera Catedral: una estructura con techo de paja perteneciente al cacique Cémaco. En 1524, la bula y las reliquias de la iglesia fueron transferidos al primer asentamiento español en la costa del Pacífico. Y después de que el pirata Henry Morgan saqueara la ciudad vieja en 1671, éstas pasaron a la Catedral de la Basílica de Santa María la Antigua de la Ciudad de Panamá, construida a partir de 1688 y consagrada en 1796.
Un incendio quemó partes de la Catedral en 1870. Durante una restauración menor luego del incendio, los trabajadores pintaron los capiteles de las columnas con pintura dorada, sin quitar los nidos de abejas de la parte superior del retablo. De manera que, los nidos de abejas descubiertos por los trabajadores de la empresa italiana, Dalmática Conservaçao e Restauro, en el 2018 tienen más de 150 años.
El paseo marítimo de la ciudad de Panamá y sus alrededores, visto desde la costa de Casco Viejo, Panamá, donde se encuentra la Catedral a unos 160m tierra adentro, 1875. Eadweard Muybridge. El original está en el Smithsonian American Art Museum. Donación de Mitchell y Nancy Steir.
La museóloga y periodista, Wendy Tribaldos, que estaba trabajando con el Comité Arquidiocesano Amigos Iglesias del Casco Antiguo y el Consorcio La Antigua, llevó los nidos al Smithsonian, con la esperanza de obtener más información.
Después de que los científicos Bill Wcislo y David Roubik identificaran los nidos como el hogar de las especies de abejas de las orquídeas, Eufriesea surinamensis, basándose en la forma de los nidos, partes de una abeja adulta y varias pupas, entraron en manos de la gerente del laboratorio, Paola Galgani. Llevó los nidos al Centro de Paleontología y Arqueología Tropical de STRI, donde el experto en polen tropical, Enrique Moreno, identificó los granos de polen dentro de las células del nido, el primer estudio de polen en células de cría de esta especie, brindando al equipo una oportunidad inesperada para describir la vegetación a finales del siglo XIX en Panamá.
“Los nidos de abejas contenían polen de 48 especies de plantas de 23 familias”, comentó Moreno. “El polen proviene principalmente de árboles en bosques secundarios y áreas abiertas, de Costus, una hierba ornamental común de sotobosque, pero también de Pseudobombax, un árbol conocido localmente como” barrigón”, típico de bosques más maduros”. También había polen de bosques costeros que incluyen una especie de manglar (Pelliciera rhizophorae), que ahora es muy raro cerca de la ciudad.
Lugar de anidación de Eufriesea surinamensis dentro de la Catedral en Casco Viejo, Panamá. A) Esta vista de la restauración contemporánea indica el lugar donde anidaban las abejas antes de la restauración de 1871-1876 (flechas negras). B) Un rollo eliminado durante la restauración contemporánea que muestra células de abejas y material dorado aplicado durante la restauración anterior. C) Acercamiento mostrando celdas de abejas pintadas durante la restauración previa.
“Me sorprendió que encontraran nidos tan viejos”, comentó Galgani, “para tener la oportunidad de descubrir la vegetación que recolectaron estas abejas en ese momento y encontrar una especie que ya no se encuentra en esta área. El polen proviene de diferentes fuentes: lo que estaban comiendo, lo que estaba atrapado en la resina que usaban para hacer sus nidos y el polen en la cera en las paredes de las células”.
Mientras tanto, Wcislo se puso en contacto con John Jacob, curador de fotografía, y Richard Sorensen, especialista del museo, en el Museo Smithsonian de Arte Americano para obtener permiso para usar las fotos de paisaje de la ciudad de 1875 de Eadweard Muybridge.
“Casi todos los días, pasaba junto a unas copias descoloridas y de baja resolución de las fotos de Muybridge que han estado colgadas en el sexto piso del Centro Tupper [sede de STRI en Ciudad de Panamá] durante al menos 25 años”, comentó Wcislo. “Sabiendo que Muybridge era un fotógrafo excepcional y preguntándome si sería posible encontrar los originales, descubrí que él trabajó como empleado del gobierno de los EE UU. Y, por lo tanto, su trabajo debería ser de dominio público. Eventualmente descubrí que el Smithsonian tiene los originales”.
Cuando Muybridge llegó a Panamá como fotógrafo con la Pacific Mail Steamship Company, pudo haber estado celebrando su recién descubierto reconocimiento después de una exhibición en San Francisco de sus dramáticas fotografías del Parque Nacional de Yosemite, o pudo haber estado evitando la infamia, después de que un tribunal de California dictó en sentencia un veredicto de “homicidio justificable” por asesinar al amante de su esposa. Hoy, Muybridge es recordado con mayor frecuencia por su fotografía pionera de la locomoción animal y su invención de un primer proyector de películas.
Células de Eufriesea surinamensis (cada célula contenía una abeja en desarrollo) pintadas con material dorado durante la restauración de 1871-1876 A) Primer plano de la célula, B) Entrada.
La vida de las plantas en las fotos de Muybridge refleja los hallazgos de los biólogos especialistas en abejas: principalmente vegetación arbustiva y secundaria con algunos parches de bosque más maduro. Wcislo, quien señala que las abejas eran “bastante católicas en sus preferencias de polen”, comentó: “Fue oportuno que la visita del Papa a Panamá resultó en este descubrimiento”. Añadió: “Estoy totalmente de acuerdo con la idea general expresada en su encíclica Laudato Si, que las sociedades se benefician de la inversión en investigación científica para comprender mejor cómo funcionan los ecosistemas naturales, cómo están siendo perturbados por las actividades humanas y cómo pueden ser restaurados. Tanto los creyentes como los no creyentes tienen mucho que ganar con más trabajo científico en las abejas de las orquídeas y otras criaturas”.
“Los hallazgos de las abejas de la catedral son únicos”, comentó Roubik. “Enrique y yo estudiamos la misma especie y el polen de nidos en la estación de investigación de STRI en Isla Barro Colorado en 1996, y he recopilado más material de Sherman (cerca de la costa del Caribe) en 1997. En el futuro, esperamos hacer una comparación del ‘antes y después’”.
Abejas de las estructuras del nido: A) Vistas de cabeza, lateral, superior e inferior de las abejas encontradas dentro de las celdas, B) dibujo de Eufriesea surinamensis y fotografía de la cabeza de una abeja moderna tomada por David Roubik.
Referencia:
Galgani-Barraza, P., Moreno, J.E., Lobo, S., et al. 2019. Flower use by late nineteenth-century orchid bees (Eufriesea surinamensis, L.; Hymenoptera: Apidae) nesting in the Cathedral Basílica Santa María la Antigua de Panamá. Journal of Hymenoptera Research
El personal del Comité Arquidiocesano Amigos de Iglesias Casco Antiguo y el Consorcio la Antigua ayudó a proporcionar acceso a las muestras y al sitio. Los colegas actuales y anteriores de STRI contribuyeron lo siguiente: Jorge Ceballos ayudó con la microscopía; Marleny Rivera y Jorge Alemán tomaron fotos de las abejas y las celdas del nido, respectivamente; Carlos Jaramillo, Rick Condit, Stanley Heckadon y Jeff Hall proporcionaron amablemente información botánica o histórica útil; Dolores Piperno e Irene Holst analizaron fitolitos y proporcionaron información; y Lina González ayudó con los gráficos.
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