II Congreso Continental de Teología
por Cristina Fontenele — ADITAL
Con el tema “El factor religioso en el contexto de la conflictividad”, Leonardo Boff dio inicio al II Congreso Continental de Teología, que se realiza del 26 al 30 de octubre en Belo Horizonte (Estado de Minas Gerais – Brasil), para debatir cuestiones sobre la espiritualidad, el fundamentalismo y el terrorismo. El teólogo puntualizó que la religión y la teología están “en alza” actualmente y son temas modernos, que movilizan a miles de personas.
El fundamentalismo, de acuerdo con Boff, consiste en la interpretación y la imposición de una determinada doctrina como la única verdad posible, postura que, en general, se encamina hacia la falta de comprensión y la violencia.
Para Boff, la religión y la política caminan juntas, como por ejemplo, lo que ocurre en el Islam, donde la religión es una fuerza central que mantiene la identidad de las personas, sobre todo en los momentos de crisis. “Pero todo lo que ocurre, sólo puede enfermar”, señaló el teólogo, recordando los grandes conflictos existentes en medio Oriente.
Boff afirmó también que, además de la religión, existen otras formas de fundamentalismo y ejemplificó citando la “macroeconomía capitalista”, que ha impuesto un único modo de producción y consumo para la sociedad actual. El teólogo señala que este fundamentalismo es el responsable de la crisis griega y de los escenarios desestabilizadores de países latinos como Brasil y Argentina, que “obligan” a los gobiernos a obedecer a una única lógica económica.
Citando el lema del Pentágono (Estados Unidos) “un mundo, un imperio”, Boff comparó la versión estadounidense con la orientación papal: “un mundo, una casa”. Destaca que son comprensiones directamente opuestas de lo que sería vivir en comunidad. Según el teólogo, desde que Washington (Estados Unidos) dijo “América está en guerra”, el mundo ha vivido bajo la perspectiva de los conflictos modernos, como lo que sucede con los actuales refugiados europeos, que serían el resultado de guerras emprendidas por Occidente.
Defendiendo una postura más autocrítica, Boff recordó también el fundamentalismo individual, que se practica a veces de manera inconsciente. En todo momento, este comportamiento llama a la reflexión a partir del proceso de globalización, que permite a las personas interactuar con diferentes seres humanos de distintas partes del Globo.
Así como el fundamentalismo, el teólogo enfatizó que es preciso abordar también el tema del terrorismo, práctica que, para él, tiene como objetivo instalar el miedo generalizado en la mente de las personas. Para producir eso, el terrorismo presenta algunas características como la necesidad de que los actos sean espectaculares y la imagen de que los atentados fueron minuciosamente preparados.
Sobre la espiritualidad, Boff defendió la necesidad de rescatar la conexión con la tierra, pues “vivimos la cultura del cansancio”. Para él, el futuro puede ser decidido bajo dos perspectivas. La ótica de que el mundo vive una tragedia anunciada en la cual no es posible reparar los estragos ya realizados por el hombre, y la idea de una crisis de civilización, ante la cual es posible retomar el camino del equilibrio, que es la visión defendida por Boff.
Para el teólogo, el próximo paso de la humanidad es, entonces, descubrir qué es lo que él denomina “capital espiritual” del ser humano. Qué significa migrar de la cabeza al corazón y sentir a Dios a partir de ahí. Un camino que ofrece un potencial ilimitado, en función de la vida y no de la acumulación.
Paradójicamente, “no siempre la religión alimenta”, concluyó Boff, relatando una conversación que tuvo con el Dalai Lama, en la cual el teólogo cuestionó al budista cuál sería la mejor religión. Sorprendido, Boff dijo que según el Dalai Lama, la mejor religión es aquella que hace mejor al individuo, más humano, misericordioso y más sensible.
El Congreso
Decenas de teólogos y teólogas latinoamericanos están reunidos en el II Congreso Internacional de Teología para debatir la “Iglesia que camina con espíritu y desde los pobres”. Promovido por Amerindia Continental y con la presencia de referentes de la Teología de la Liberación, como Leonardo Boff y Gustavo Gutiérrez, el encuentro apunta a profundizar el ser cristiano en comunidad, ante los nuevos desafíos de un mundo plural y conflictivo.
En la ceremonia de apertura, este lunes 26, se hizo un homenaje a la Madre Tierra (Pachamama), con la oferta de elementos simbólicos, como agua, tierra y frutos, además de la representación de la basura a partir de la naturaleza muerta y de bolsas plásticas. Los participantes entonaron cánticos y leyeron una oración pidiendo perdón por el consumo irresponsable de los hombres, lo que ha llevado a la casi extinción de los bienes de la naturaleza.
En las palabras iniciales del Congreso, la mexicana Socorro Martínez, coordinadora continental de Amerindia, dijo que la elección del Papa Francisco en 2013 para dirigir al Vaticano produjo logros significativos para el contexto eclesial, dado que el pontífice es un “legado” de América Latina, y el primer Papa que, de hecho, optó por los pobres. Según la teóloga, Francisco invita a una nueva forma de ser y actuar, más allá del asistencialismo, más cercana de una sociedad que debe promover la dignidad de todos.
También con el mensaje de bienvenida, Pablo Bonavía, coordinador del Observatorio Eclesial de Uruguay, destacó que la reforma de la Iglesia debe distanciarse del narcisismo y promover un proceso civilizador alternativo, para vivir con alteridad cuidando de la “Casa Común” [expresión acuñada por el Papa en la encíclica ecológica Laudato si’]. El sacerdote recordó también que asumir un cambio radical y profundo no implica improvisación, y destacó las jornadas de trabajo emprendidas para discutir el contexto eclesial en diversos países, como Bogotá [Colombia], Montevideo [Uruguay], Chile, Bolivia y Buenos Aires [Argentina], entre otros.
La programación del Congreso incluye reuniones para compartir las diferentes experiencias de América Latina sobre ecología, migrantes, tráfico de personas, pueblos indígenas y el papel de la mujer en la comunidad eclesial. Entre las disertaciones, los invitados van a debatir la coyuntura y la relevancia de la Iglesia en el mundo, la autoridad de los mártires y de los pobres. El I Congreso Continental de Teología fue realizado en 2012, en la Universidad Vale do Río dos Sinos (Unisinos), en São Leopoldo (Río Grande do Sul). Después de tres años, el actual encuentro da seguimiento a la reflexión teológica en el contexto latinoamericano pos Concilio Vaticano II.