Repudiamos represión a marcha
de las trabajadoras sexuales
por Polo Ciudadano
El viernes 2 de junio de 2017, durante la conmemoración del Día de las Trabajadoras Sexuales, un grupo de colectivos panameños marcharon para visibilizar los problemas que padece este sector social, en particular, el acoso y la violencia policial de que son víctimas permanentes.
Al presentarse pacíficamente a la sede de la Policía Nacional en Ancón para entregar una carta al respecto, se les dijo que esperaran en la acera que se les iba a atender. En vez de eso, se les envió un contingente exagerado de antimotines que les golpearon y detuvieron.
Trece personas de diversos colectivos fueron detenidas por varias horas, entre ellas: las compañeras Gladys Murillo y Venus Tejada, dirigentes de Mujeres con Dignidad y Derechos, el conocido dirigente del movimiento LGBT Ricardo Beteta, el compañero Eduardo Gil de Convergencia Sindical, la profesora Juana Camargo, Eusebia Solís y Sharon Pringle de Encuentro de Mujeres, Iris Reyes de la Asociación de Estudiantes de Sociología, las compañeras Irina Ceballos, Isabel Guzmán, Maritza Rodríguez, Ovidio Cárdenas y nuestra compañera Patricia Townsend de Polo Ciudadano.
Gracias a la mediación del rector del Universidad de Panamá, Eduardo Flores, y de la Defensoría del Pueblo, finalmente fueron liberadas las 15 personas sin cargos.
Este suceso no es un hecho aislado, sino que hace parte de la creciente represión policial que padecemos en Panamá, y que hace pocos días se ensañó contra cientos de humildes familias precaristas en Arraiján y Pedregal. Es parte de un proceso iniciado hace varios años de militarización creciente de los cuerpos policiales panameños, asesorado desde el Comando Sur de los Estados Unidos, pero cuyo objetivo no es el combate a la delincuencia, sino la represión a las crecientes demandas populares.
Pero tanta represión no expresa fortaleza, sino una debilidad por parte del gobierno del presidente Juan C. Varela, comprobadamente incapaz de resolver el flagelo de la pobreza y desigualdad social, la inseguridad, el deterioro de la educación y la salud públicas, un creciente desprestigio por los casos de corrupción rampante que no solo involucran a funcionarios de anteriores gobiernos, sino también del actual.
Desde el Polo Ciudadano de Panamá reiteramos nuestra solidaridad con las trabajadoras sexuales cotidianamente agredidas por la violencia policial, a la vez que exigimos que la respuesta a los problemas sociales del pueblo panameño no sea la represión, sino la solución a los justos reclamos.
A los colectivos y dirigentes injustamente detenidos les exhortamos a sostener la unidad no solo en esta lucha solidaria con las trabajadoras sexuales, sino a construir juntos un gran movimiento nacional que expulse del poder a los corruptos funcionarios que nos gobiernan al servicio de una oligarquía egoísta y un imperialismo yanqui saqueador.
¡No nos callarán!
~ ~ ~
Estos anuncios son interactivos. Toque en ellos para seguir a las páginas de web
