Mosquitos portadores de enfermedades son poco
comunes en bosques tropicales no perturbados
por STRI
Un estudio realizado recientemente por científicos del Smithsonian, el gobierno panameño y la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos de América, entre otras instituciones internacionales, concluye que la conservación de los bosques tropicales maduros es “altamente recomendada” para prevenir nuevos brotes de enfermedades virales y parasitarias transmitidas por mosquitos.
“Encontramos que menos especies de mosquitos, que son conocidos por portar patógenos causantes de enfermedades, viven en áreas boscosas en comparación con las áreas perturbadas”, comentó José Loaiza, científico del Instituto de Investigaciones Científicas y Servicios de Alta Tecnología de Panamá (INDICASAT-AIP) e Investigador Asociado del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales (STRI) en Panamá. “Es más probable que las especies de mosquitos de sitios forestales alterados transmitan enfermedades que las de mosquitos nativos de un área de bosque tropical maduro”.
El equipo de Loaiza utilizó códigos de barras de ADN para identificar alrededor de 8,000 larvas de mosquitos que representaban más de 50 especies, colectadas en contenedores naturales y artificiales de agua en 245 sitios donde el bosque tropical de tierras bajas estaba muy perturbado (Las Pavas en la orilla oeste del Canal), medianamente perturbado (Achiote, en la orilla oriental del Canal) y sin perturbaciones (en la estación de investigación del Smithsonian en Isla Barro Colorado).
El intento de los franceses de construir el Canal de Panamá fracasó porque nadie sabía cómo se propagaba la malaria y la fiebre amarilla. El descubrimiento en Cuba de que los mosquitos llevaban agentes causantes de enfermedades hizo posible que los Estados Unidos completara el Canal Interoceánico en 1914.
Debido a que el control de los mosquitos fue tan importante para el éxito del proyecto del Canal de Panamá durante todo el siglo XX, existe en el país una gran cantidad de información disponible sobre los mosquitos transmisores de enfermedades. El Catálogo de Mosquitos de la Unidad de Biosistemática del Walter Reed y otras fuentes bibliográficas registraron 286 especies de Culicidae (la familia del Mosquito) en Panamá. Anopheles albimanus es el principal vector de la malaria en Centroamérica. Culex nigripalpus es el principal vector del virus de la encefalitis equina oriental en los Estados Unidos y Culex pedroi es el principal vector del virus de la encefalitis equina oriental en Perú. Todas estas especies de mosquitos y enfermedades ocurren en Panamá.
“Las especies de mosquitos portadores de patógenos causantes de enfermedades prevalecen en entornos forestales perturbados, pero son casi inexistentes en sitios forestales no perturbados como la estación de investigación del Smithsonian en Isla Barro Colorado”, comentó Oris Sanjur, directora asociada de STRI para la administración científica y bióloga molecular participante en el estudio. “Nuestros resultados tienen implicaciones importantes para la prevención y el control de las enfermedades tropicales. Este es un conocimiento vital a medida que avanza el calentamiento global y los organismos de enfermedades tropicales se expanden hacia nuevas áreas”.
Los investigadores probaron un modelo ecológico controversial que pronosticaba que la mayor diversidad de especies de mosquitos debería ocurrir en bosques medianamente perturbados, conocido como la Hipótesis de los Disturbios Intermedios. No encontraron que esto fuera cierto.
“Puede ser posible sustituir a los mosquitos transmisores de enfermedades introduciendo otras especies que compitan con ellas en la fase larvaria”, comentó Loaiza.
El estudio fue realizado bajo un acuerdo entre el Smithsonian y el Instituto de Investigación Walter Reed del Ejército de los Estados Unidos con fondos de la Agencia de Protección Ambiental de los Estados Unidos, la SENACYT y el Programa BIOTA Fapesp de la Organización Brasileña de Investigación de Sao Paulo.
Vea Loaiza, J.R., Dutari L.C., Rovira, J.R., Sanjur, O.I., et al. 2017. Disturbance and mosquito diversity in the lowland tropical rainforest of central Panama. Scientific Reports. 7:7248 doi:10.1038/s41598-017-07476-2
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