Ciencia apoyando a Costa Rica
por Sonia Tejada – STRI
El Ministerio de Obras Públicas y Transportes de Costa Rica, a través de la Dirección de Navegación y Seguridad, y con el asesoramiento del Dr. Héctor M. Guzmán, ecólogo marino del Instituto Smithsonian de Investigaciones Tropicales en Panamá, ha logrado impulsar la formalización del Decreto No. 41003-MOPT-SP-MINAE del 9 de abril de 2018, donde se establecen dos nuevos sistemas de rutas marítimas que crean una Área a Evitar y un Dispositivo Separador de Tráfico para incrementar la seguridad marítima en el Pacífico Costarricense, en la entrada del Golfo Dulce y del Golfo de Nicoya, respectivamente. Esta normativa complementa la Área a Evitar ya aprobada y adoptada por la Organización Marítima Internacional (OMI) en marzo del 2017 e implementada en enero del año en curso.
La aprobación de esta importante propuesta logra proteger el medio ambiente marino, en especial a la población migratoria de ballenas jorobadas y otras especies de cetáceos que podrían ser impactadas por colisiones accidentales con un número creciente de embarcaciones de más de 900 toneladas. Estas colisiones afectan gravemente a los animales, resultando en importantes lesiones e incluso su muerte, y generan en las embarcaciones desde grietas hasta serios daños a los cascos y hélices, ejes, timones y otros.
“Logramos complementar y entender la distribución espacial de las ballenas en el sur de Costa Rica empleando transmisores satelitales, ayudándonos a definir las áreas potenciales de colisiones con grandes buques mercantes. Estos nuevos sistemas de rutas de transito marítimo ayudarán a reducir las colisiones entre barcos y grandes ballenas, pero de igual forma aumentan el área de protección para los pescadores artesanales al alejar los barcos de la costa”, expresó Héctor Guzmán.
Otro factor que obliga la definición de un ordenamiento de tráfico marítimo en el Pacifico central y sur de Costa, es el aumento de las dimensiones de los buques y la densidad de su circulación, resultado de la mejora en las instalaciones portuarias en la región del Pacifico Oriental. Este hecho se refleja en las declaraciones de la Organización Marítima Internacional (OMI) a través del Documento NCSR de diciembre de 2016, donde se señala que “la intensificación del transporte marítimo mercante amenaza con aumentar las colisiones con especies migratorias del gran tamaño, como las ballenas y las tortugas.”
Próximamente las directrices del Decreto, que incluyen el Dispositivo Separador de Trafico de Golfo de Nicoya, y las dos Zonas a Evitar de Península de Osa (adoptada por OMI) y de Bahía Pavón, serán incluidas en las cartas de navegación digitales e impresas generalmente utilizadas por la marina mercante, de manera que puedan ser acatadas por todos los navegantes y disminuir la probabilidad de colisiones entre buques mercantes y cetáceos en aguas costarricenses, tal como se ha logrado en el Pacífico panameño.
Este importante proyecto se logró en parte gracias al constante apoyo financiero de Christy Walton con el Fondo Candeo de la International Community Foundation.
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